Un niño muy especial


Dani es un niño muy especial. Tiene 13 años, pero no habla, ni tiene amigos, ni sale a jugar a la pelota como todos los niños de su edad. Es un niño autista
Hoy, Dani se muestra nervioso. Los sitios que no conoce, la gente que no le es familiar, le alteran mucho. Le llevamos a una piscina donde nadan tres apacibles hembras de delfín que intentarán alegrarle esta semana y ayudarle junto con el equipo de especialistas a mejorar su conducta.
No le gusta el agua, y no quiere ponerse el traje para bañarse. Patalea, grita e intenta golpear a su madre que con esfuerzo consigue ponerle el bañador.
Con esfuerzo y paciencia, consigo que se acerque a la orilla, pero no me he librado de unos cuantos golpes y mordiscos.
Dani ha mejorado mucho en esta semana que ha estado conmigo y con mis tres compañeras delfinas. Ya no les intenta hacer daño, he conseguido que nade cogido a sus aletas. He conseguido también que les de de comer y que les de besos
Casi siempre que le digo que lo haga. Obedece solo a órdenes muy, muy concretas. Coge el pescado, ponte de pie, no le pegues a Yayza, dale el pescado o no te sueltes son las pocas órdenes que he conseguido que cumpla.
Dani ya se ha acostumbrado a mí y a los animales, y no quiere irse. Estos días le han ayudado mucho y los ha disfrutado. Yo también disfruté viéndole mejorar.
Antes de irse, se me hecha a los brazos y me da un beso… ¿quién me iba a decir que este niño tan arisco al principio acabaría dándome un beso?
Laia Plana Alabau

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